DISFONÍA INFANTIL

Un niño con disfonía (ronquera) frecuente o habitual debe ser controlado por padres y profesores . Es muy importante eliminar los hábitos vocales incorrectos que pueden dar lugar a lesiones de cuerdas vocales.

- Hablen con el niño  cada vez que tenga ocasión de cuánto molesta el ruido y lo agradable que es escuchar en silencio, respetando los turnos de palabra, y  hablando con voz tranquila, sin gritar.

- Identifiquen cuando hay esfuerzos vocales en la conducta del niño  y anote cuáles son ( carraspeos bruscos,  rabietas, gritos, llantos,  hablar sin parar, imitar ruidos, de animales, máquinas, personajes etc).

- Cada día adviertan al niño para que controle dichas conductas y procure no dañar su voz.

- Pueden registrar la frecuencia de estas conductas inapropiadas en un gráfico o simplemente anotarlo en una hoja poniendo cruces  cada vez que le oiga gritar o forzar la voz.

- Pacten con el niño: Refuércele con puntos o con pequeños premios si va disminuyendo el número de cruces diariamente o semanalmente.

- Refuércele también cuando hable tranquilo y sin gritar: Dígale lo bien que le entiende y lo agradable que es escucharle así.

LOS PADRES Y PROFESORES DEBEN SER EL MODELO QUE LOS NIÑOS IMITEN

- Hable despacio y vocalice bien, mire a la cara cuando habla y hágalo con tranquilidad. (si habla o grita cuando está enfadado o tenso lo más fácil es que dañe su voz)

- Evite estar con los niños en ambientes ruidosos que obligan a utilizar intensidades altas (música a gran volumen, megafonía...).

-Que beban agua frecuentemente y procuren respirar por la nariz cuando no están hablando.